¡La crónica femenina N° 7! para algunos un número cabalístico aunque mi número preferido sea el N° 9, debo confesar que jamás pensé llegar a la crónica número 7; a decir verdad, ni siquiera a la número 2, mucho menos imaginé ser leída (hasta hoy) por 82 lectores en mi grupo “cronicas femenin@s de Facebook” (que espero aumenten), sin contar a mis fieles y leales amigos y a los amigos de mis amigos, a las féminas, a mis amigas y a las amigas de mis amigas… igualmente debo revelar, el miedo que me produjo, estar 60 días exenta de inspiración, como si ya no hubiera sobre qué escribir… entré en pánico y me entregué a mi adicción por la música.
SOY MELÓMANA y durante unas horas di riendas sueltas a mi placentera adicción, las suficientes como para que comenzara a correr la sangre por mis venas de escritora una vez más y recordé un film traducido al español como el “TRIUNFO DE UN SUEÑO” el cual culmina con la siguiente frase: “la música esta en todos lados, todo lo que tienes que hacer es escuchar” y entonces comencé a reflexionar…
Para mí la música es el lenguaje universal, es mi adicción predilecta, es una forma de amar, de herir, de desahogar, para mí la música es una alabanza a nuestro DIOS sea la religión que sea, pero no a todos nos agrada la música, o los mismos ritmos, incluso a veces intentamos que nos deje de gustar cierta canción, aunque en el fondo nos fascine… y algo similar nos ocurre al amar, por eso escribí esta carta:
Para: Un Hombre (una mujer… no soy homofóbica)
De: Una Mujer (o un hombre... realiza la combinación que aplica para ti)
Sin prestar atención, al momento de tu llegada a mi vida, estabas ahí… sin darme cuenta vivimos tan poco, pero tan denso que ahora siento que ha pasado toda una vida, aunque realmente “la vida es un ratico”, te escribo para que veas con mi telescopio, para que poseas mi carne, para que usemos el mismo cristal… te escribo para decirte ¿que eres? eres recuerdos felices, risas interminables, discusiones sin fin, contrariedad, lucha, eres una bandera blanca, un vínculo de por vida… eres mi amor y mi enemigo… pero realmente ¿Eso eres? o es la historia que me cuento al pensar en ti ¿Qué somos? somos todo y no somos nada, una flameada casualidad, un artilugio del destino, un misterio sin querer ser resuelto, confieso que no me importa; solo quiero mirar que eres sin mi... Eres un fenómeno de vida, que excita mi instinto de supervivencia, mis demonios y aumentas mi paz… no se que somos y tampoco que seremos… sólo sé que quiero que seamos; contigo, conmigo o sin ninguno o con alguno de los dos. Quiero que seamos cómplices, tolerantes, que cuando nos odiemos aprendamos a perdonarnos, quiero que seamos un solo amor, un amor híbrido que conjugue ambas formas de amar, la tuya y la mía… quiero que seamos felicidad obligada en cada amanecer y que cuando seamos odio… seamos también guerreros que deponen las armas y estrechan las manos… lo irónico es que a pesar de todo lo que te escribo… Te quiero en contradicción. Te preguntarás por qué lo digo y mi respuesta es que, no pienso decirte “te quiero” después de la guerra, no creo que cuando te diga “te quiero” hagas algo para no dejarme partir, no siento que ese “te quiero” sea una bendición pues en ocasiones es para mí un castigo… por eso mis ojos te miran con dulzura mientras mi boca te habla con resentimiento, por eso mis manos te acarician mientras mi psiquis te juzga y te critica… por eso te quiero desde lo que “no soy” unos instantes y desde “mi esencia” el resto de mis días… por eso vivo entre las llamas del infierno, en medio de gritos silentes… gritando por dentro cuanto te quiero, amordazada por el deber ser… por la conciencia que siente la batalla perdida cuando me tocas, cuando te oigo, cuando quiero anclarme en tu vida y el muro de la realidad me deja a las afueras de tu mundo, a las afueras de ti. Esta es mi forma de advertir que “te quiero” en la imperfección, en la lucha, en el auto flagelamiento porque prefiero quererte así, que vivir en el puro y simple querer, porque me seduce la angustia, la expectativa… respecto a ti, no espero que entiendas mi forma de quererte… espero que sin dudas creas que entre las virtudes, los defectos, las decisiones, las dudas, los errores y los perdones, si “te quiero”. Eres y estás, pero llega el letargo y ¿qué hago yo? Te quiero recordándote, o antes de seguir queriéndote me quiero a mí y te execro, sabiendo que si te execro es porque me quiero o por miedo a quererte… también puedo intentar exorcizarte con una plegaria manipuladora para que se vaya tu esencia y me sigas, pero sin tu espíritu rebelde, sin tus desatinos sin tu propio tu… ¿A quien querría entonces? Y por último, podría no quererte pero eso sería castrarme porque en el fondo quiero quererte, a pesar de todo, quererte es parte de mí y jamás renunciaría a una parte de mí misma. Lee esta carta una y otra vez a pesar de que te respete, te indigne, te deje o intente enamorarte aún… Escucha con detenimiento MIS GRITOS SILENTES… pues esas voces están en todos lados de mí, todo lo que tienes que hacer es escucharlas.
TE QUIERO EN EL SILENCIO DE LOS CUATRO VIENTOS… TE QUIERO AUTO SABOTEANDOME UNOS SEGUNDOS Y ALIMENTANDO EL AMOR UNAS HORAS… TE QUIERO EN LOS GRITOS DE MIS LABIOS, DE MI CUERPO Y EN LA REPRESIÓN AMATORIA DE MI RAZÓN… PERO SIN DUDAS… TE QUIERO.
Con el Alma N.D.
solo puedo decir que ahora entiendo porque nunca entendere a las mujeres... XD
ResponderEliminaraunque suene paradojico me entiendo...
me asombra el hecho de como las mujeres pueden mantener una lucha interna de sensaciones, sentimientos y deseos...un hombre trata de ser mas frontal al asunto, pero una mujer espera a que el hombre haga lo que ella desee sin tener que pedirlo...
supongo que en si una mujer desea mas que ser complacida... ser entendida, saber que un hombre se tomo la molestia de analizarla y comprender que quiere para sentirse satisfechaa, como si mentalmente estubiesen en sintonia....
uppsss me extendi mucho, mas que un comentario parece una contracronica... XD
P.D.: un saludo a todos los lectores de este entretenido blog...y por supuesto para la cronista erotica... ;)