lunes, 28 de junio de 2010

Crónica Femenina N° 6 Amor y Castración... ¡No me Amas a mí, Amas a Shakira!

Hace un par de semanas atrás, compartía con mi futuro prologuista los comentarios de mi crónica anterior, en medio de tan enriquecedora conversación aderezada de… las mujeres son esto y aquello (locas)… los hombres ni sabemos que son pero como joden… su risotto perla negra y mi chupe de pollo, iniciamos ciertas consideraciones sobre las parejas y los posibles temas de crónicas posteriores, obteniendo puntualmente varias opciones a considerar de suma importancia.
Posteriormente, comencé hacer el casting de temas para construir esta crónica y elegir uno de tantos; coincidencialmente, en el desarrollo de tal proceso de selección concurrí a una informal reunión de intelectuales a la cual acudió un nuevo amigo de origen uruguayo a quien con placer, me presté a escuchar; luego, me arriesgué a mostrarle una de mis crónicas, para de seguidas, osarme a penetrar un diálogo intelectual. Entre las conversaciones sobre el “Gabo” Márquez y sus Cien Años de Soledad, la interesantísima estructura literaria de “Crónica de una Muerte Anunciada” y la adicción al cine que tenemos en común, surgió este fragmento:
Nuevo Amigo: Soy adicto al cine, me fascina.
N.D.: Yo también, me encanta el cine sin importar el género de la película, “La Huérfana” es buenísima.
Nuevo Amigo: Yo iba muchísimo al cine, hasta que me casé, mi mujer hasta eso me ha quitado…
N.D.: (No pronuncié palabra, estaba en Shock)
En ese instante, algo rechinó en mis oídos, un estruendo se apoderó de mis neuronas y elegí el tema de ésta crónica.
Decidir emprender un proyecto piloto de relación de pareja es algo magnífico que una vez se me ocurrió, pues lo lanzas al aire y si tiene ratings haces el contrato pero, si no capta audiencia suficiente lo descontinúas diciendo mi frase de huída… “Ok cariño, gracias por todo, estamos en contacto” y adióssss… Muerto el perro, se acabó la rabia.
El detalle está cuando formalizamos el contrato y nos declaramos: “En una relación”, “publíquese”. Allí comienzan, los mensajes de textos, las llamadas, las estrategias de la mujer para enamorar, la “auto-represión” del hombre para que su extraterrestre no salga antes de tiempo (antes de que ella caiga en la divina locura), entre otras premisas. Lo cierto es, que al pasar el tiempo ella se aleja de su pasión por el gimnasio, de sus amigas, de sus ataques de compulsividad, de la dieta y las rumbas de soltera hasta el amanecer. Y él, ya no juega futbolito, los viernes de frías y pool perecieron hace años luz; y, si va al cine sin ella “lo mata” así que tampoco volvió a visitar una sala de esas y sólo quedó para ver con añoranzas desde afuera el cúmulo de personas portando sus respectivas cotufas y bebidas, que triste.
Es así, como surgen las interrogantes de cajón ¿Qué pasó?, ¿cómo?, ¿Cuándo? Y he aquí el análisis:
Hombres y mujeres con características posesivas, dominantes, mediana inteligencia y problemas de autoestima, al estar en una relación de pareja comienzan a persuadir al otro para que termine haciendo y siendo lo que éstos “balurdos” quieren que hagan y sean. De forma muy pasiva y con el burdo pretexto del amor van; para unos “amoldando” para mí “distorsionando” a la pareja, tan sigiloso es el crimen que la divina locura que menciona Walter Riso se apodera de la víctima y termina por sepultar su esencia. El autor intelectual del crimen comienza a mostrar sus desacuerdos con la esencia del otro, por ejemplo diciéndole vamos a cenar para compartir un rato amor… justo la noche que ella quería ir a bailar o ella se afana a realizar la súper cena con los suegros el viernes y termina por decretar la fucking cena un ritual familiar imposible de romper y la salida de amigos, frías y pool, ingresa al baúl de los recuerdos.
En fín, termina la pareja compuesta por un ser dominante que se salió con la suya y por un X que no es quien comenzó a relacionarse sino lo que quedó después del paulatino homicidio.
¿Cuándo? ¿Qué cuando? ¿De qué se trata? Así se queda uno frente a tal situación. El detallaso es que lo que pasó y cómo pasó fue tan imperceptible que ni cuenta nos dimos, o mejor dicho, todos lo notaron menos tú y en razón de ello la respuesta al ¿Cuándo? Es: desde siempre. “la cruda realidad”.
Y de esta manera, concluimos habitando un cuasi-yo que no Soy YO sino que és lo que tú quieres que yo sea, infelices, acostumbrados al tedio de la falta de esencia y autonomía, viviendo la crónica de una frustración predicha.
En consecuencia, frente a semejante razonamiento establecí lo siguiente:
1. los límites siempre son necesarios y se establecen en el inicio no en el inter ni al final de la relación.
2. podemos militar el amor con el otro pero, si por ese supuesto “amor” permitimos que anulen nuestra esencia y autonomía, estamos ingresando voluntariamente a una dictadura que terminará por asfixiarnos.
3. si usted forma parte del grupo de pasivos homicidas, entienda que necesita ayuda terapéutica para que deje de ser tan falta de respeto y aprenda que debe aceptar las pasiones de los demás incluyendo a su pareja.
4. y usted que se dejó matar, no se escapa, también necesita ayuda profesional que le guíe en el camino de establecer los límites.
5. al paso que vamos, terminarán siendo víctimas y victimarios de un amor castrista (con algo de castro “el dictador” y de castración “personalidad mutilada”), así que despierte, está en tiempo hábil para ello.
6. y si quieres una persona “Bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste y testadura. Es todo lo que he sido, por ti me he convertido” redirecciona tu elección de pareja, pues “NO ME AMAS A MÍ, AMAS A SHAKIRA”


AMOR QUE ME CASTRA Y TE EXHALTA, LLAMA DE FUEGO QUE PERECE CON LA INUNDACIÓN DE LAS VERDADES QUE BROTAN DE FUENTES OBJETIVAS… SOY UN DIAMANTE MAL CORTADO PERO VALIOSO SIN DUDA… ÚNICO. GRACIAS AL ADN CONGUGADO EN LA OBRA DEL CREADOR.

Con el Alma N.D.

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