lunes, 28 de junio de 2010

Crónica Femenina N° 3 ¡Yo NO SOY Adivino... YO TAMPOCO!

Las relaciones de pareja son un inframundo en el que conviven egos, amistades, tolerancias pero también necesidades, expectativas y anhelos entre un sinfín de requerimientos; el quiz del asunto es ¿Por qué especulamos y presumimos que “la costilla” debe saberlo todo? Lo que nos gusta, lo que nos molesta y cuanta absurda necesidad se desprende de la feromona y del período menstrual… paso a ejemplificar esta disyuntiva:
Las mujeres por lo menos en un 80% nacen con un doctorado innato en cuanto al tema se refiere, es un gen recesivo que nos ha costado dejar atrás, tal y como le pasó a Luccia una mujer buena, trabajadora, próspera que ejercía nupcias válidas con un muy buen y paciente hombre llamado Sam. La relación era a grandes rasgos buena pero el punto álgido estaba cuando ella tenía gripe y él no llegaba con el jarabe en cuchara, haciéndole mimos para que tomara la medicina o cuando él le decía “mi amor amaneciste radiante” y al día siguiente no repetía el mismo halago u otro mejor. Ambas situaciones como muchas otras enardecían a Luccia que en fracciones de milésimas de segundos montaba su cara de “Culo” irreversiblemente, frente a lo cual Sam decía: “¿amor qué te pasa? Y la respuesta que todos sabemos y conocemos surgía… “NADA…” entonces comenzaba el ritual masculino de la jaladera de bolas para que ella al verlo suficiente y satisfactoriamente humillado le dijera: ¿Por qué no me diste mi jarabe? O ¿Por qué me dijiste que ayer estaba radiante y en 3 putos días no lo has vuelto a decir? … listo… llegamos al punto donde la mujer muestra ese gen recesivo sin pudor o como dicen por ahí… se le vieron las costuras a la cuaima. El hombre por su parte se queda generalmente sin palabras frente a esta absurda discusión y eso la enfurece más hasta que termina cada uno durmiendo en una orilla de la cama, en el mejor de los casos.
Pero en otras situaciones, el hombre es más fuerte y la deja hablando sola o le dice “no te jalo más bolas y punto”, pero ello casi nunca ocurre y seamos sinceros.
Pero no crean que esto es exclusivo de las féminas. Los hombres machistas tienen la misma tendencia y por creerse autosuficientes para todo reprimen los problemas y cuando la mujer hace la misma interrogante es exactamente la misma respuesta: ¿amor te pasa algo? Y el responde: ¡NADA! La diferencia es que la mujer insiste, insiste e insiste y cuando no consigue enterarse de la causal de cara e´culo de su pareja… ¿qué pasa? Se arrecha y se victimiza hasta que es él quien termina jalando bolas nuevamente y, volvemos a ver las costuras de la cuaima. Dios… ¿Cómo podemos vivir una relación así? Y eso, sin mencionar cuando la pareja no responde nuestros mensajes inmediatamente o cuando no atiende el celular y dejamos un mensaje de voz que a grandes entendedores dice “para que tienes ese celular si no atiendes esa mierda” ¡ja! Me pasó una vez y mi respuesta como la de una mujer anormal (porque la mujer normal es la cuaima) respondí: esta mierda la tengo para casos de emergencias, hablar con mi chamo, familia, amigos, trabajo, ah… y para hablar contigo pero estaba ocupada como todo profesional con 2 trabajos, estudiante de postgrado y demás actividades en las cuales el protagonista no eres tú… ¡soy yo! Hablamos luego, te quiero. No puedo describir el ataque del machista pero puedo decirles que marcar ese límite evitó males semejantes y posteriores.
No podría plasmar en una sola crónica cuantas historias similares he presenciado en mis poquitos años pero, mi objetivo es básicamente dedicar esta crónica a las mujeres “normales” y los hombres machistas con la motivación de mejorar sus relaciones de pareja.
En inicio, debo decirles queridas cuaimitas que los hombres no son adivinos, que nunca logramos conocer de lleno al otro; y es lógico, porque somos seres cambiantes que retrocedemos o avanzamos pero, no somos de forma incólume los mismos, ni siquiera del día anterior. Además, llevar al hombre a una perenne jaladera de bolas y hasta la humillación para reforzar la conducta malcriada de ustedes, los agota y pueden llegar al punto de mandarlas a comer mierda con todos los juguetes; así que, les recomiendo que expresen con serenidad que coño es lo que quieren y verán que en la medida de lo posible serán complacidas. Y para los hombres debo decirles, que mujeres atípicas como yo entendemos que su instinto protector de no preocuparnos antes de haber resuelto el problema los lleva a no decir las cosas de primera mano pero deben entender que dos cabezas piensan y resuelven mejor que una y que en equipo las cargas son más llevaderas será por eso que a las uniones amorosas se les llama PAREJA ¿? Reflexionen al respecto.
Ahora bien, para los que tienen el problema del celular y los mensajes de textos les haré una recomendación muy subjetiva: en primer lugar debemos entender que nuestra pareja tiene una vida y unas actividades propias, aparte de la relación que profesa con nosotros y aunque hay casos de casos ¡usted sabe con quien duerme! Lo mejor es esperar una explicación antes de formar el peo. Ahora… si la explicación es rebuscada, no tiene sentido o quien exhibe las costuras es su pareja pretendiendo verle cara de bolsa… proceda a especular, presumir y ¡arréchese! Pero, agote las vías de forma ordenada para evitar males posteriores e irremediables.
Y clausuro con esto:
1. nunca conoces totalmente a una persona y la vacuna para ello es solo intentar conocerla amanecer por amanecer.
2. nacimos solos, morimos solos, protagonizamos vidas propias pero en una fracción de ella los ocupantes son tú pareja y tú, respeta los límites de cada espacio y evitaras caos y conflictos.
3. Yo no soy adivino… yo tampoco… nadie lo es… expresa tus sentimientos y necesidades sin reserva y serás más complacido y comprendido.

“CUANDO TENÍA TODAS LAS RESPUESTAS DE LA VIDA ME CAMBIARON LAS PREGUNTAS”. ANÓNIMO.
“SABERLO TODO ES ABURRIDO FRENTE A LO INCREIBLEMENTE ATRACTIVO QUE ES DESCUBRIR A NUESTRA PAREJA DÍA A DÍA.”
Con el alma N.D.

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